jueves, 15 de julio de 2010

La cadena de la dependencia



Una madre y su hijo, ambos en silla de ruedas, y un niño con parálisis cerebral se encadenan a las puertas de la sede de Bienestar Social en Alicante para exigir los atrasos de la prestación que contempla la ley

Llanos Rodríguez y su hijo Ulises llegaron ayer a las once en su silla de ruedas al edificio Prop. Él tiene 21 años y sufre una distrofia muscular progresiva desde los 12. Su madre tiene polio y aunque dice que a veces anda con ayuda de un bastón, últimamente se encuentra peor y tampoco puede caminar. Viven solos con una prestación de 597 euros, insuficiente, aseguran, para llegar a fin de mes. Ayer se encadenaron a las puertas de las dependencias de la Conselleria de Bienestar Social en Alicante para exigir que la Generalitat les abone los atrasos de la prestación de dependencia que les aprobaron en febrero. Una prestación concedida a Ulises, reconocido como gran dependiente ya que necesita una atención permanente para todas las actividades de la vida diaria, atención que recae en un cuidador no profesional porque Llanos, con una discapacidad del 83%, no puede ocuparse personalmente.



La policía cogió una cizalla para cortar las cadenas, mientras otra familia con un niño afectado por una parálisis cerebral se unía a la protesta

«Ulises, estamos contigo». Esta era el mensaje que transmitían ayer a un joven con distrofia muscular progresiva y que a las once de la mañana se había encadenado a la puerta del edificio Prop de la Generalitat, en la avenida Rambla Menéndez Núñez de Alicante. A su lado, y unidos por la cadena de metal, estaba su madre, Llanos Rodríguez, también con una discapacidad del 83%, y al igual que su hijo, en silla de ruedas.
El caso de esta familia no es único pero es un ejemplo de la odisea por la que están pasando muchos dependientes. Madre e hijo han llegado a su límite de tanto esperar a que la Conselleria de Bienestar Social les abone las deudas que tienen reconocidas por los retrasos en pagar las ayudas de la ley. Porque Ulises Sempere (21 años), valorado como un gran dependiente, está atado a esa silla de ruedas desde los diez años y necesita una atención las 24 horas al día que su madre, sola, no le puede prestar.

1 comentario:

No se admiten comentarios con insultos ni palabras ofensivas.
No se admiten ofertas de prestamos ni anuncios de empresas ofertando servicios servicios.