El punto de partida es el reconocimiento de que el actual e imperante modelo de residencias en nuestro país no responde a los deseos de las personas ni posibilita un trabajo de mejora de la calidad de vida de las mismas. Las personas mayores y las familias acuden a las residencias cuando no queda más remedio pero son lugares no deseados. Y esta percepción tiene que ver, en gran parte, con cómo hoy en día se siguen construyendo y organizando las residencias en nuestro país: centros de capacidad elevada (es frecuente los centros que albergan 100 o incluso más plazas) que funcionan a modo de instituciones donde las normas, la atención uniforme, la insuficiente privacidad, la organización de la atención centrada en el procedimiento y en las condiciones laborales, priman sobre la atención personalizada, la libertad personal, las costumbres y los deseos de las personas. Levantarse y acostarse a una misma hora (habitualmente pronto), compartir habitación, tener reducida su libertad para hacer lo que uno quiere por falta de personal o por el argumento de su seguridad, son dificultades cotidianas que caracterizan nuestras residencias, independientemente de que cumplan los metros, los servicios básicos de atención o las ratios de profesionales exigidos en las normativas vigentes.
Hay que destacar que el debate de redefinición del modelo residencial hace años que se inició en otros países. Por ese motivo se ha creído necesario tener en cuenta para definir un nuevo modelo de atención residencial, algunas experiencias internacionales y determinar qué particularidades de: Suecia, Dinamarca, Alemania, Francia y Gran Bretaña, pueden ser aplicables y útiles en el contexto español.
En los países nórdicos hace años que ni se construye ni tan siquiera se habla de residencias (en Dinamarca se han prohibido por Ley en el año 1987). El modelo residencial está amortizado por considerarse que no resulta adecuado para atender a las personas mayores favoreciendo su calidad de vida. La apuesta en estos países para las personas mayores que necesitan cuidados y tienen que dejar su hogar, se dirige hacia lo que se viene denominando alojamientos con apoyos (apartamentos con servicios o pequeñas unidades de convivencia para las personas con deterioro cognitivo) donde además de prestar cuidados y servicios de atención personal se garantiza la privacidad, la independencia, y el que la persona, independientemente de su grado de deterioro, pueda seguir con sus costumbres, con su ritmo de vida, cumpliendo sus deseos, y en la medida de sus capacidades, ejerciendo el control de su propia vida.
Este grupo de expertos se vienen reuniendo y trabajando en red, con el objetivo de sentar las bases de un modelo de calidad en los centros de alojamiento para personas mayores de modo que éstos estén orientados realmente a las personas que en ellos viven. Alternativas de alojamiento donde la privacidad, la elección sobre cuestiones básicas de la vida diaria (a qué hora me levanto o me acuesto, cómo se me atiende, qué quiero hacer hoy, con quién voy a estar o no estar…) y la flexibilidad sean posibles. Lugares de continuidad de vida propia integrados en la comunidad, donde las familias y allegados tengan espacio y papel.
El reto no es sencillo: ofrecer un marco que permita conjugar calidad (pero calidad pensada desde la persona y no desde la organización) con sostenibilidad de los recursos.
Resistencias al cambio existen. Pero que nadie lo dude. Necesitamos mirar a Europa, España más que otros países. Ahora es el momento del tránsito hacia otro modelo residencial. Momento de no conformarnos con lo que ya existe. Pensando en las personas y pensando con las personas.
Gabriel Gallardo
9 comentarios:
Ojalá y todo esto que cuentas, algún días pueda ser realidad y esperemos a no mucho tardar, sobretodo por la parte que nos toca sufrir a los familiares de personas que por circunstancias hemos tenido que dejar a nuestros familiares en este tipo de centros que describes muy, pero que muy bien.
Gracias por este aliento, yo por mi parte estoy intentando poner mi granito de arena y me gustaría que los familiares nos apoyaramos unos a otros, pero la mayoría de ellos no se mueven ni denuncian por represalias o miedo a ellas.
un saludo
Este modelo que describes encarecería el servicio, por no hablar de las dificultades organizativas que supondría que cada uno eligiera sus horarios. Las residencias estan pensadas para personas muy dependientes y en ellas se organiza para prestar el mejor servicio con el menor precio. Desde mi experiencia el centro ofrece todo lo que necesita una persona mayor dependiente; relaciones sociales y de entretenimiento, aseo e higiene, alimentación y medicación, etc. El resto lo debe de prestar el familiar, quien no debe olvidar sus obligaciones: supervisar la atención que se le presta y ayudar en las necesidades emocionales y de cariño.
Yo tuve que dejar a mi madre en una residencia por 40 dias,mientras solucionaba poder llevarla a casa, no estoy de acuerdo con el trato que reciben las personas dependientes que no se pueden quejar.las residencias estan bien para quien puede valerse por ellos mismo y elijen ese tipo de vida, pero para quien tiene que estar obligado y sin el cariño de los suyos es muy duro. De todas formas en España al igual que otros paises nos falta mucho para alcanzar ese grado de cariño y civismo para nuestros mayores, por ello cuando algo no nos guste hay que decirlo para que asi se eviten muchos errores. La resiencia donde tuve a mi madre goza de prestigio , pero solo eso porque faltaba desde la higiene a los cuidados medicos, por suerte mi madre murio en mis brazos despues de 6 años de estar en mi casa, eso es algo que hay que plantearse para nuestros mayores una muerta digna y con quien realmente nos quiere y para quien no pueda hacerlo asi, exigir que esas residencias ofrezcan todo el cuidado para nuestros mayores ya que el cariño es cosa nuestra.
Tengo madre, suegra y muchas tias viudas de avanzada edad y os puedo asegurar que ninguna de ellas quiere acabar sus dias en ninguna residencia, por muy cara y bien atendidas que esten. Todas quieren permanecer en sus casas, preferentemente con sus hijas/os, sus amigos, sus vecinos, sus cosas, su paisaje...
Creo que la alternativa está en mejorar los servicios públicos de apoyo a las personas mayores, para que puedan permanecer en su propio domicilio si así lo desean. Hay muchas hijos/as que si tuvieran Centros de Día asequibles, Ayuda a Domicilio, y facilidades legales reales para conciliar sus trabajos con el cuidado de sus mayores, no se verían obligados a llevarlos a Centros Residenciales, ni tampoco ese sería el único recurso para las personas dependientes que carecen de familiares que los puedan atender.
En definitiva !!que funcione la Ley de Dependencia Ya!!
Creo muy positivo abrir el debate al respecto. Si tiene algo de bueno la Ley 39/2006 es la posibilidad de imaginar un futuro mejor en la atención y el cuidado. Ese futuro lo estamos construyendo ahora para que sea un derecho y se tengan en cuenta las verdaderas necesidades de las personas. Por eso creo necesario no sólo el desarrollo de los servicios y prestaciones del catálogo, aunque se nos niegue, sino también un replanteamiento de algunos de ellos para su mejora contínua. ¿Por qué no pensar en diversos modelos de alojamiento alternativo a la residencia tradicional?... muy necesario y oportuno. No creo que las razones económicas sean una excusa. Estoy convencido que hay riqueza, pero está mal repartida. La crisis siempre la pagan los mismos...
Como bien dice el 2º Anónimo:"Este modelo que describes encarecería el servicio, por no hablar de las dificultades organizativas que supondría que cada uno eligiera sus horarios. Las residencias estan pensadas para personas muy dependientes y en ellas se organiza para prestar el mejor servicio con el menor precio".
Sin embargo, a la hora de la verdad, hay personas muy poco dependientes que se aprovechan y viven a cuerpo de rey en las residencias y lo del mejor servicio al menor precio es relativo.
Dinero hay pero está muy mal repartido porque se destina a cosas absurdas y no se controla, como el Plan E, que algunos lo emplean para pistas de pádel, piscinas, por ejemplo.
Para conccluir, el modelo que planteas está bien, pero habría que complementarlo con el actual.
ojala existiera este tipo de alojamientos, pero la realidad es que en España lo que existe son las residencias que por cierto funcionan la mayoria muy mal.
por eso a nacido AVAFURCEG la Asociación Valenciana de Familiares de Usuarios-Residentes de Centros Geriatricos. La cual sin ánimo de lucro y apolitica, se encarga de defender adecuadamente los derechos de las personas dependientes que estan en estos centros.
para mas información pueden leer los articulos de Las Provincias o del Levante del dia 15.05.2010 o mandar un correo a avafurceg@gmail.com donde se les informará adecuadamente.
hay que luchar para conseguir estar nuestros dias finales en buenas manos.
Les acabo de enviar un correo
Saludos
Gabriel Gallardo
Frio me quedo cuando escucho noticia s de maltrato a los ancianos, esa gente que les pasa por la cabeza. Nada son enfermos y psicopatas como minimo
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